Si eres emprendedor, probablemente una de las primeras preguntas que te hiciste fue qué nombre poner a mi empresa. Pero si en su día hiciste una elección que con el paso del tiempo no te termina de convencer, también es muy posible que ahora estés temiendo las consecuencias de hacer un cambio.
Lo cierto es que una variación en el nombre de una empresa puede tener connotaciones negativas, eso es evidente. Los clientes pueden sufrir ciertos despistes, y acabar en la competencia por error. Pero hay casos en los que está justificado tomar esta decisión. Tanto si tienes tu propio negocio como si estás pensando en fundar uno, esta información te interesa (al igual la que encontrarás en el siguiente enlace: tu caja registradora con Shopify).
1. Si tu empresa no está logrando los resultados esperados
Es recomendable hacerlo en el caso de que un negocio nuevo no esté dando los resultados esperados. En ese caso habrá que estudiar en primer lugar qué es lo que va mal en el proyecto, para después realizar las correcciones necesarias y cambiar el nombre.
2. Tu emprendimiento ha cosechado una mala reputación
También es aconsejable cambiar el nombre a la compañía si esta ha cosechado una mala reputación. Por ejemplo, cuando se ha quedado mal con un número importante de clientes, si has tenido atrasos en los pagos, o si se han producido situaciones similares por las que sea mejor que la empresa parezca, simplemente, que es una nueva.
3. Tu empresa tiene una percepción de manera equivocada
Otro caso en el que un cambio de nombre puede ser una buena solución es cuando los clientes han percibido la marca de manera distinta a como tú pretendías. La forma de conseguir corregir esto es cortando la imagen de la empresa de raíz, comenzando por un nuevo nombre.
4. Tu emprendimiento tiene una marca complicada de escribir
Si te decantaste por una marca complicada de pronunciar, recordar o escribir, será mejor que te plantees un cambio de nombre. Es posible que, con tal de diferenciarte de la competencia, no hicieras una elección correcta y con el tiempo te haya dado malos resultados. No lo dudes, y soluciónalo variando el nombre de tu empresa sin darle más vueltas.
5. No se ha logrado la atención de los clientes de tu empresa
Puede ser muy conveniente también optar por un nombre nuevo si de pronto te ha salido un gran competidor en el mercado que está logrando captar la atención de tus clientes. Muchas marcas tratan de imitar el nombre de otra empresa haciendo un simple cambio en una letra, o introduciendo un elemento como un guion en medio. Todo ello busca confundir a los clientes. La buena noticia es que estas prácticas pueden tener consecuencias legales.
6. División entre los socios del emprendimiento
Si ocurre una división entre los socios de la empresa pero tú quieres continuar con el negocio, también será mejor cambiarle el nombre. Y a veces el simple paso del tiempo es una razón para hacer una variación en este elemento, siempre y cuando los resultados no estén siendo buenos, obviamente. Al margen de todos estos casos, recuerda que lo más conveniente es mantener el nombre de la empresa.