La capacidad de las nuevas herramientas de Inteligencia Artificial para lanzar campañas de desinformación es cada vez más preocupante, sobre todo considerando el enorme volumen de texto que las IA lingüísticas son capaces de generar, y el grado de precisión que están demostrando las herramientas para crear ‘deepfakes’. La reputación de las empresas puede verse dañada con mayor facilidad que nunca, un problema que merece nuestra atención.
El daño de una campaña de desinformación contra una compañía puede ser irreparable, sobre todo si los mensajes perniciosos terminan permeando la opinión pública. Tratar de deshacer este tipo de campañas cuando es demasiado tarde puede no ser efectivo, así que conviene familiarizarse con las principales técnicas de monitoreo de medios y detección de ‘deepfakes’ para estar siempre alerta.
Las campañas de desinformación mediante IA son mucho más efectivas en las redes sociales. A pesar de las medidas de ciberseguridad implementadas por estas plataformas, continúa siendo relativamente sencillo crear cuentas falsas en Facebook, Instagram, YouTube o X. Las campañas de desinformación política se aceleran en períodos preelectorales y reciben mayor atención por parte de las Big Tech, pero las campañas contra empresas pasan más desapercibidas.
El ‘social listening’ desempeña entonces un rol fundamental a la hora de detectar las posibles campañas de desinformación contra nuestra compañía, además de ser una herramienta fundamental para tomar el pulso al mercado y ofrecer a nuestros clientes los servicios y productos que más les interesan. Aplicaciones con IA como Mention o Brand24 destacan entre las más recomendables para este tipo de monitoreos.
La protección de nuestras propias cuentas
Si el daño causado por las campañas de desinformación es difícil de reparar, el daño causado por nuestras propias cuentas puede ser aún más peligroso. Un comentario desafortunado o una fotografía políticamente incorrecta en las redes sociales pueden tener un costo de millones de dólares, así que, si alguien trata de sabotear nuestra empresa, hackear nuestras redes puede ser uno de sus principales objetivos.
Proteger nuestras redes sociales corporativas con un gestor de contraseñas, verificar que nuestros Community Managers sean de confianza, establecer pautas estrictas para la publicación de contenidos, e implementar siempre controles de edición dobles antes de publicar un mensaje en cualquier red social, son algunas de las medidas que nos conviene tener en cuenta para no dañar la reputación de la empresa.
La detección de los ‘deepfakes’
Un ‘deepfake’ bien elaborado puede ser tan convincente que incluso los desmentidos de la compañía pueden ser insuficientes para probar nuestra inocencia. Por fortuna, existen herramientas que pueden detectar falsificaciones mediante inteligencia artificial. Sentinel, WeVerify y DeepWare son ejemplos de estas herramientas que pueden ayudarnos a mantener intacto el buen nombre de nuestra compañía.
El lanzamiento de un ‘deepfake’ puede causar estragos muy rápidamente, así que deberíamos contar con algún detector de ‘deepfakes’ en nuestra compañía antes de que se produzca una crisis de este tipo. Cuanto más ágil sea el tiempo de respuesta, menor será el daño causado por el ‘deepfake’, y mayores serán nuestras posibilidades de neutralizar la campaña de desinformación. El tiempo juega en nuestra contra, así que no debemos malgastarlo.
El monitoreo de los medios digitales
Además de las redes sociales, la prensa digital también puede desempeñar un rol capital en las campañas de desinformación. Son menos permeables a los bots, pero siguen siendo espacios desde los que pueden lanzarse mensajes de desinformación contra nuestra empresa. Además, los sistemas de IA lingüística son capaces de crear cientos de artículos en un solo día, con lo que el número de webs escritas íntegramente mediante IA está multiplicándose.
EL monitoreo de este tipo de medios puede hacerse tanto de manera manual como de forma automatizada. El criterio humano siempre es bienvenido, pero, para un control efectivo de lo que se publica sobre nosotros a nivel global, se hace necesario contar con herramientas como Agility, Brandwatch, o la propia Brand24, que también ofrece servicios de ‘social listening’. Cuanto antes detectemos una campaña adversa, antes podremos contrarrestarla.
El monitoreo de los medios y el ‘social listening’ presentan además la ventaja de ofrecernos una información muy valiosa para determinar el rumbo de nuestra empresa. Comprender cuáles son los intereses e inquietudes de nuestros clientes potenciales nos permite adaptarnos y ofrecerles las mejores soluciones que necesitan en cada ocasión. ¡Si conseguimos que la información juegue a favor de nuestra empresa, nuestros resultados lo reflejarán!